Actualmente algunas administraciones públicas facilitan la información resumida sobre la calidad del agua del grifo, mediante informes anuales y genéricos, valorada por regiones o zonas de abastecimiento, según los datos obtenidos de los análisis del agua de determinados Puntos de Muestreo realizados por los operadores y gestores.
Sólo algunos de estos suministradores de agua aportan de manera periódica información sobre la calidad del agua que ofrecen, identificando localidades o redes de distribución en el caso del agua del grifo, o presentando análisis del agua embotellada o filtrada.
La calidad del agua pueda cambiar de un punto de suministro a otro, de un punto de muestreo a otro, aunque se encuentren en el mismo país, en la misma población o incluso en la misma red de distribución, debido a las características de las instalaciones (material de tuberías), incidencias (averías, roturas, cortes de suministro zonales, etc.), al tratamiento que se realiza (físico, químico o ambos) o al cambio de composición en el agua de aporte.
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Es por ello que se hace indispensable disponer de la información de cada punto de abastecimiento WhaterPoint, de manera individual, periódica y con información plural.
Cada WhaterPoint que cuente con la etiqueta del agua, dispondrá de al menos una fuente de información.
Las fuentes de información son la administración, gestor u operador que suministra el agua, facilitando las analíticas del agua de la red de distribución a la que pertenece dicho WhaterPoint, los profesionales que realizan análisis periódicos de distintos WhaterPoint y la opinión y valoración subjetiva del propio consumidor en cuanto al sabor, olor y color del agua.
Se entiende que la información aportada debería de ser en todos los casos, sincera, objetiva, imparcial e independiente, pero en muchos casos, la información facilitada está condicionada a los propios intereses de quien la suministra, por eso es importante completar la información del WhaterPoint con el mayor número de fuentes de información posibles, especialmente con las opiniones aportadas por los consumidores.
En muchos casos, los encargados de realizar el control analítico del agua suministrada son los propios responsables de garantizar su calidad y seguridad. Esos laboratorios (públicos o privados) no están obligados a compartir y publicar inmediatamente los resultados obtenidos de dichos análisis de control, aunque dichos resultados indiquen que el agua que se está suministrando desde que se realizó la toma de muestras hasta su valoración, no cumple con los criterios que la normativa exige.
Eso da tiempo a dichos operadores y gestores a realizar las actuaciones oportunas de manera inmediata para solventar los problemas detectados, permitiendo realizar nuevas comprobaciones y análisis posteriores, con el tiempo que ello conlleva, y comprobar si dichas actuaciones han surtido efecto, devolviendo los valores de los parámetros que no cumplían a valores aptos para consumo y entonces publicar los resultados positivos obtenidos.
Cuando el problema perdura, es complicado de resolver o es denunciado por los consumidores y la calidad del agua sigue sin cumplir la normativa, es cuando la administración y los gestores indican, publican y comparten que el agua no es apta para consumo.
Puede suceder que el operador indique que el agua es apta para consumo, que así se refleje en el SINAC, pero que la Autoridad Sanitaria, tras realizar las comprobaciones pertinentes, indique lo contrario.
Es por ello que se hace necesario un sistema plural y sobre todo, un instrumento que garantice imparcialidad y la información transparente sobre el agua, de manera inmediata, objetiva e independiente. Con este fin estamos desarrollando el CCITA.
Si quieres saber más visita: Certificado Continuado de Información Transparente sobre el agua (CCITA) (8)
¿De dónde surge la idea?
Israel Guzmán, CEO e ideólogo del proyecto Whater, soñó con la posibilidad de conocer la información sobre la calidad del agua de cualquier lugar, mejorando y protegiendo la salud de las personas, e identificando dónde se podía consumir agua con seguridad y garantías, sin necesidad de tener que adquirir agua embotellada constantemente. Emprendedor empedernido, especialista en agua, natural de Menorca, empezó como ayudante de fontanero con 13 años en Alcalá de Henares (Madrid), trabajó en el sector de las piscinas en Menorca varios años y acabó en Sevilla estudiando Ingeniería y el 1er Máster de Ingeniería del Agua de la Univ. de Sevilla, compaginándolo con distintos cursos de capacitación, submarinismo y el lanzamiento de varios proyectos empresariales. Como colaborador y consultor para varias empresas, además de diseñador y creador de sistemas y conceptos disruptivos para mejorar la calidad del agua de cualquier tipo, tanto residuales como de aporte, siempre ha querido conocer todo sobre el agua, allí donde se desplaza, y entiende que, tanto el consumidor como los profesionales, tienen esta misma gran necesidad. Además, ve como muchos gestores de pequeñas poblaciones no disponen de los medios para comunicarse con los consumidores locales y visitantes, e informarles puntualmente de los resultados de los análisis actualizados sobre el agua que ofrecen.